Mis ojos se apoderaban de toda la rabia que mi cuerpo contenía, sin embargo, mis dientes agarraban su boca cada vez que se acercaba un poco.Lo atraía hacia mi, y esa era la forma que mas me gustaba para hacerlo.Quizás en mi corazón sentía un "te odio" pero mis caderas y mis labios no sentían lo mismo.No sé por qué extraña explicación, no le hice caso al órgano más importante del cuerpo, y me puse de parte de las grietas de la boca y de esos huesos que se colocan al más o menos a los extremos del ombligo.Con las comisuras diciendo: cómetelo a bocados y mi lengua enredándose en dios sabe dónde, allí fui, a por todas.Bueno..a por todas.. a por un puñado de besos con lengua bien dados y...a lo que surja. El corazón latía cada vez más fuerte cuando sentía sus labios y los míos pegados sin ningún tipo de miedo, sentimiento y pensamiento.Seguí haciéndole caso al presente.Con el pintalabios un poco cambiado de sitio, la boca con su sabor y llena de satisfacción, me fui por el sitio que había venido, eso si, con el mismo odio con el que había llegado.
Irina Mine.
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Cicatrices