No sabía cuánto tiempo había estado esperando ese momento.Mi mente ya desesperaba, mis dedos inquietos,mi piel débil y mi boca loca por besar.Tenía tanto frío que no notaba su nariz frotarse con la mía,aunque el día estaba soleado y el calor no estaba mal.Me sentía como un termómetro roto.Sus manos se metían por los bolsillos de mi chaqueta para agarrarme de los dedos,aunque, en la izquierda, solo me abrazaba el dedo meñique.Mis párpados cansados, se cerraban durante un par de segundos.Los abría y sus ojos estaban fijamente en mi.Me acariciaba la nariz con la suya, las manos con las suyas, sus ojos me cuidaban dulcemente.Él sentía el frío de mi cuerpo.Se puso contra el viento que cortaba mis labios.Ya estaba protegida.Me abrazó, y yo,asustada,ni me moví.Al notar su fuerte apretón,al llenarme de calor,saqué las manos de los bolsillos,desatando sus manos de las mías, y apreté su espalda contra mi pecho lo más fuerte que pude.Quería sentirlo cerca.Lo tenía cerca.Lo tenía tan cerca...No abríamos la boca si no era para respirar.El silencio nos acompañaba.Sus manos, que esta vez las tenía entrelazadas a los extremos de su cadera,agarraron mi cara en vez de mis dedos.Inclinándose hacia a mi,empujándome hacia él,me besó.Después de un beso tan inexplicable,decidí abrir la boca para balbucear algún ruido que poseía mi garganta.Él la abrió para decirme que cerrase los ojos lo más fuerte que pudiese.Después de hacerle caso,se volvió a inclinar hacia mi.Esta vez no para besarme,si no para hacerme cosquillas al oído al decirme lo mucho que esperaba ese momento.
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