Eres de las personas que más quiero en mi vida y de las que menos se lo demuestro.Creo, que es normal en la vida de unas hermanas.No somos materialistas, y detrás de nuestras "discusiones" tontas, porque son realmente tontas, se esconde un montón de aprecio de la una hacia la otra.Has sido un gran ejemplo para mi, y a día de hoy, lo sigues siendo.Estoy segura de que lo seguirás siendo mucho tiempo más.Podría decirte, que desde que te has ido a tus queridas tierras Salamantinas, me he dado cuenta de lo que tengo en casa.Aparte de que tengo una payasa inmensa, tengo a una gran hermana que sin darme cuenta me cuida como la que más.Quiero que sepas que me encanta cuando me pides consejo para ver que te pones hoy, cuando me dices que te alise el pelo y me hago la remolona, cuando bailas con periódicos y piense que si entrara alguien por la puerta y te viera así, pensaría que no eres un ser humano o cuando me cuentas tus historias mil doscientas veces y me caigas pesada ya.Te echo un montón de menos, y todavía me queda un mes para verte.A veces me encantaría coger un tren o lo que fuese y presentarme allí para enseñarte como se cocina o para darte un abrazo en esos días fríos de Salamanca.Por último, quisiera darte las gracias por ser como eres, por reñirme cuando me lo merezco, por taparme o defenderme.Espero que sigas siendo igual de payasa siempre,conmigo.Y para acabar, doy las gracias por tener tanta suerte de tenerte como hermana.
Te quiero mucho, Vicky.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Cicatrices